Intercambio gratis de Enlaces Lírica Huilense: diciembre 2010

domingo, 26 de diciembre de 2010

HIMNO A NEIVA. Alfonso Arboleda Méndez. Poesía

HIMNO A NEIVA

Hoy a Neiva cantad corazones
Y encendidos vibrad en su honor
Que ha guardado con fe tradiciones
Y de Dios y la patria el fervor.

Es tu reino la inmensa llanura
Do te yergues con noble altivez;
Mil cantares el río te murmura
Cuando pasa besando tus pies.

Tierra buena y gentil quien me diera
Elevar hasta ti mi canción
Con el estro feliz de Rivera,
Tierra buena, gentil promisión.

En tu suelo la sangre palpita
De tus hijos egregia ciudad,
Que nos dieron herencia bendita
Con su vida feliz libertad

Tierra de héroes el Vargas ofrece
A tu gloria invicto pendón
Y Leguízamo, mártir, acrece,
Con su muerte tu noble blasón.

Salve Neiva, un cielo brillante
Hoy te abre de luz y zafir
Solo escúchase un grito: adelante,
A tus nobles destinos cumplir.

Alfonso Arboleda Méndez S.S.

HIMNO A NEIVA. Notación

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sábado, 25 de diciembre de 2010

ALFONSO ARBOLEDA MENDEZ S.S.





El 15 de octubre de 1977 se leyó en la Inspectoría Salesiana “San Luis Beltrán”  de Medellín un panegírico en memoria del P. Alfonso Arboleda Méndez, del cual extractamos lo siguiente:
“El 1º. de septiembre del corriente año nuestra Inspectoría de San Luis Beltrán de Medellín (Colombia) se vistió de luto. El Padre Alfonso Arboleda Méndez dejaba su puesto en el surco del trabajo, obediente al Padre Celestial que lo llamaba para el pago ofrecido a quienes compartieron con D. Bosco el pan y el trabajo.
Presentar a un hermano ante la Familia Salesiana en demanda de oraciones y sufragios no es tarea difícil, como tampoco lo es esbozar su biografía. Lo arduo es pergeñar siquiera su personalidad, adentrarse en la mina interior de sus valores, de su espiritualidad, máxime cuando se quiere suscitar, no tanto la admiración, cuanto la imitación.
El P. Alfonso nació el 8 de agosto de 1918 en Pitalito, hermosa población del Departamento del Huila, tierra de hombres recios, acostumbrados desde la niñez al duro trabajo de la tierra y a la lidia del ganado que los hace impávidos ante el peligro y, casi estoicos, frente al dolor, sin mengua de exquisita sensibilidad.
(…) Da la estatura moral de sus progenitores, Simón Arboleda y Raquel Méndez, la calidad de hijos que formaron para la sociedad y para Dios. Tres de ellos siguieron al señor en la vida consagrada: un salesiano, el P. Alfonso, una Hija de María Auxiliadora y una sierva de Cristo Sacerdote.
Su padre ocupó curul de senador de la República en varios períodos y honró el parlamento con la integridad de su vida y con la altura y justedad de sus conceptos”.
Hasta aquí lo leído en aquella luctuosa fecha.
Los padres Andrés Rosa y Alfonso Arboleda Méndez, ambos de la comunidad salesiana, también compartían sensibilidad musical y poética y cuando por allá en los años 50s la Alcaldía de Neiva convocó la composición del Himno a Neiva, ellos se asociaron y al conjuro de su inspiración dieron vida a nuestro muy bello Himno a Neiva, que años más tarde se oficializó.  
Para completar la biografía del P. Alfonso Arboleda habría que agregar que fue hermano de Rafael Arboleda Méndez, respetable abogado huilense, una de cuyas hijas, María Ruth, es ferviente y desvelada animadora de todo lo que atañe al terreno de la cultura en Neiva.
    

ANDRES ROSA S.S.



El padre Andrés Rosa nació en Avigliano, en la provincia de Potenza, al sur de Italia, que con Matera
conforman la histórica región de la Basilicata, el 16 de octubre de 1918, en el hogar formado por Tomás Rosa, modesto comerciante en artículos de cuero, y María Luisa Summa, modista y costurera. Aprendió de su padre las primeras lecciones de música.
Muy joven llegó a Colombia, en 1929, en donde se integró en la comunidad salesiana, y se ordenó
sacerdote en 1939, en Mosquera, Cundinamarca. Se especializó en Teología y en Filosofía, obteniendo su título en Medellín. Paralelamente estudiaba música en el Conservatorio Nacional, entre cuyos profesores tuvo a Jesús Bermúdez Silva, sobresaliente músico colombiano. Estos estudios le brindaron al padre Rosa una sólida formación musical que le permitió abordar las grandes formas, y le allanaron el camino de la composición y la nobleza de la inspiración que da la disciplina clásica. Su instrumento predilecto lo fue la flauta, en cuya ejecución descollaba, pero no le eran ajenos otros instrumentos de los que se servía bién, entre ellos el piano y la tuba. El 3 de febrero de 1959 la comunidad lo destacó en el Colegio Salesiano San Medardo de Neiva, y en 1960 fue nombrado director de la Escuela Departamental de Música, entidad que se fundó en 1950 como Conservatorio Departamental de Música. De ahí en adelante la capital del Huila fue su patria chica hasta su muerte, ocurrida el 10 de noviembre de 2003, y se beneficiaria de su potencial artístico, y en general, de su carismática personalidad.
En Neiva instituyó los Viernes Culturales, eventos musicales, de los cuales se realizaron más de 2.000, entre 1960 y 1973, año en que el padre Rosa se retiró del Conservatorio. Fundó los Coros de la Escuela Dptal. de Música que animaron la vida musical neivana de la época, y sus logros se consagraron en dos discos LP de la disquera Codiscos, de Medellín. Su presencia y su dinamismo sacaron la enseñanza de la música de la modorra y aislamiento como se desenvolvían entonces, y las actividades del plantel de enseñanza musical se tornaron proverbiales en el sentir del pueblo neivano. Compuso gran cantidad de música, de excelente factura, en las formas clásicas, y no rehuyó las formas populares colombianas, los villancicos, algunos de los cuales son clásicos del género, que también plasmó en varios discos. No hay que olvidar, entre sus haberes, un extenso Tratado De Filosofía, que por aquella época la comunidad salesiana adoptara como libro de enseñanza y que da fe de su gran poder intelectual.